¿Qué es el circo? ¿Qué representa? ¿Qué nos transmite?... Para muchos la respuesta a estas preguntas estará relacionada con palabras como tradición, diversión, espectáculo, familia e incluso belleza; pero todo lo que es bello en esta vida es a su vez polémico y toda moneda tiene dos caras.
Si buscamos la palabra circo en internet nos aparecerá lo siguiente: << Espectáculo formado por actuaciones muy variadas en que intervienen payasos, acróbatas, fieras amaestradas, ejercicios de magia, etc.>> Definición, que tristemente no ha cambiado todavía en muchos lugares del mundo que se consideran asimismos ‘’desarrollados’’. Es precisamente en este punto en el que nosotras dejamos de hablar de arte y belleza y nos adentramos en la polémica defensa de los animales que aparecen en este tipo de espectáculos. Siguiendo el hilo anterior parece adecuado tener en cuenta la definición de ‘’ Animal salvaje’’ que encontramos en internet al introducir el concepto:
‘’Aquel animal que vive en total y absoluta libertad en su hábitat y que no ha sido objeto de la domesticación por parte del hombre y por tanto es que éste no lo podrá de ningún modo integrar a su vida cotidiana dado que su comportamiento es eminentemente elemental, natural e inesperado’’
Parece obvio entonces, que los animales salvajes no deben y no pueden domesticarse pues esto va en contra de su naturaleza. Es propio del hombre creer que puede modificar la naturaleza como si el universo se hubiera hecho para darle servicio y amoldarse a sus deseos y así ha seguido en su incesante empeño desde Mesopotamia; pero por suerte, las últimas corrientes al respecto han sido radicalmente opuestas y después de prohibirse el uso de animales salvajes en los circos de muchas ciudades españolas como Bahena, Cádiz, Huelga Ronda o Utrera se implantará la medida en Madrid éste mismo mes de marzo.
Si nos remontamos en el tiempo, los historiadores nos afirmarán que las artes acrobáticas se remontan a Mesopotamia y que paralelamente existían en China hace más de 2000 años, o que en Grecia los gladiadores alardeaban de su fuerza levantando objetos pesados mientras las mujeres <<malabareaban>>, como ha quedado grabado en algunas anáforas y jarrones de esta época. Todos ellos coinciden, sin embargo, en que no fue hasta los romanos cuando este tipo de actividades se englobaron dentro del término <<Circo>> y fue entonces cuando se forjó el concepto que hoy en día conocemos como tal, pero… ¿Hemos evolucionado algo desde entonces?
Es una barbaridad que los circos del siglo XXI hayan continuado hasta hoy explotando animales salvajes como pingüinos, leones marinos o elefantes bajo la excusa de que ‘’el circo tradicional es algo típico en las navidades madrileñas’’… Creo que muchas de las grandes barbaridades de la historia se han legitimado a través de la tradición y ya va siendo hora de entender la diferencia entre tradición y atrocidad y de dejar de abusar de las criaturas débiles para obtener a cambio un beneficio económico y un entretenimiento de domingo. Por suerte, algunos circos han logrado diferenciarse de nuestros antepasados romanos creando espectáculo y arte sin enjaular animales, como el circo del sol, que es probablemente el más famoso y respetado a nivel mundial y cuyo ejemplo debería inspirar al resto de circenses.
¿Qué es el circo? ¿Qué representa? ¿Qué nos transmite?... Para muchos la respuesta a estas preguntas estará relacionada con palabras como tradición, diversión, espectáculo, familia e incluso belleza; pero todo lo que es bello en esta vida es a su vez polémico y toda moneda tiene dos caras.
Si buscamos la palabra circo en internet nos aparecerá lo siguiente: << Espectáculo formado por actuaciones muy variadas en que intervienen payasos, acróbatas, fieras amaestradas, ejercicios de magia, etc.>> Definición, que tristemente no ha cambiado todavía en muchos lugares del mundo que se consideran asimismos ‘’desarrollados’’. Es precisamente en este punto en el que nosotras dejamos de hablar de arte y belleza y nos adentramos en la polémica defensa de los animales que aparecen en este tipo de espectáculos. Siguiendo el hilo anterior parece adecuado tener en cuenta la definición de ‘’ Animal salvaje’’ que encontramos en internet al introducir el concepto:
‘’Aquel animal que vive en total y absoluta libertad en su hábitat y que no ha sido objeto de la domesticación por parte del hombre y por tanto es que éste no lo podrá de ningún modo integrar a su vida cotidiana dado que su comportamiento es eminentemente elemental, natural e inesperado’’
Parece obvio entonces, que los animales salvajes no deben y no pueden domesticarse pues esto va en contra de su naturaleza. Es propio del hombre creer que puede modificar la naturaleza como si el universo se hubiera hecho para darle servicio y amoldarse a sus deseos y así ha seguido en su incesante empeño desde Mesopotamia; pero por suerte, las últimas corrientes al respecto han sido radicalmente opuestas y después de prohibirse el uso de animales salvajes en los circos de muchas ciudades españolas como Bahena, Cádiz, Huelga Ronda o Utrera se implantará la medida en Madrid éste mismo mes de marzo.
Si nos remontamos en el tiempo, los historiadores nos afirmarán que las artes acrobáticas se remontan a Mesopotamia y que paralelamente existían en China hace más de 2000 años, o que en Grecia los gladiadores alardeaban de su fuerza levantando objetos pesados mientras las mujeres <<malabareaban>>, como ha quedado grabado en algunas anáforas y jarrones de esta época. Todos ellos coinciden, sin embargo, en que no fue hasta los romanos cuando este tipo de actividades se englobaron dentro del término <<Circo>> y fue entonces cuando se forjó el concepto que hoy en día conocemos como tal, pero… ¿Hemos evolucionado algo desde entonces?
Es una barbaridad que los circos del siglo XXI hayan continuado hasta hoy explotando animales salvajes como pingüinos, leones marinos o elefantes bajo la excusa de que ‘’el circo tradicional es algo típico en las navidades madrileñas’’… Creo que muchas de las grandes barbaridades de la historia se han legitimado a través de la tradición y ya va siendo hora de entender la diferencia entre tradición y atrocidad y de dejar de abusar de las criaturas débiles para obtener a cambio un beneficio económico y un entretenimiento de domingo. Por suerte, algunos circos han logrado diferenciarse de nuestros antepasados romanos creando espectáculo y arte sin enjaular animales, como el circo del sol, que es probablemente el más famoso y respetado a nivel mundial y cuyo ejemplo debería inspirar al resto de circenses.